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Dice María Teresa Andruetto:
Una chica, una playa de piedras, un faro del fin del mundo, un viaje interminable hacia una siesta caliente, un olor a torrejas y fruta abrillantada, una abuela, un tío que cuenta cuentos del hombre pájaro… Los niños del polo es un libro raro en el mejor de los sentidos de esta palabra, difícil de asir, lleno de silencios y por lo tanto gran productor de imaginarios.
Construido sobre las tensiones entre un mundo norte y un mundo sur (el frío y el calor, la estepa y el monte, el arraigo y el desarraigo), este libro de Emilia Casiva narra el viaje de una niña desde su casa (a la vez territorio y cultura del padre) al mundo caliente, húmedo, por momentos oscuro de su mamá y el regreso a lo conocido, (el desierto, la soledad, el frío) a contrapelo del desgarro de la madre. Dicho de otro modo: una mujer de cierta zona caliente y salvaje, va a vivir a la estepa donde funda una familia y cada año esa familia le concede una visita a la zona de origen, un regreso impiadoso que revive en la mujer el desgarro y en la hija el desconcierto y el misterio. Los niños del polo es un libro sobre la misteriosa subjetividad de una púber en relación con los mundos tan diversos de sus padres. Un libro que se sumerge en un asunto infrecuente y a la vez tan contemporáneo como es mudarse lejos de casa. Una escritura llena de sugerencias, un extrañamiento constitutivo de esas vidas de las que poco sabemos y a la vez mucho intuimos, porque no es la anécdota lo que más importa aquí, sino el lenguaje lleno de poeticidad en un conjunto que me trajo ecos de las películas de Martel y de algunos queridos poetas patagónicos.
Emilia Casiva
Ilustrado por Julieta Cuervo
Los Ríos Editorial
2018 | 20 x 14 cm | 52 págs.
ISBN 978-987-45023-8-4
Dice María Teresa Andruetto:
Una chica, una playa de piedras, un faro del fin del mundo, un viaje interminable hacia una siesta caliente, un olor a torrejas y fruta abrillantada, una abuela, un tío que cuenta cuentos del hombre pájaro… Los niños del polo es un libro raro en el mejor de los sentidos de esta palabra, difícil de asir, lleno de silencios y por lo tanto gran productor de imaginarios.
Construido sobre las tensiones entre un mundo norte y un mundo sur (el frío y el calor, la estepa y el monte, el arraigo y el desarraigo), este libro de Emilia Casiva narra el viaje de una niña desde su casa (a la vez territorio y cultura del padre) al mundo caliente, húmedo, por momentos oscuro de su mamá y el regreso a lo conocido, (el desierto, la soledad, el frío) a contrapelo del desgarro de la madre. Dicho de otro modo: una mujer de cierta zona caliente y salvaje, va a vivir a la estepa donde funda una familia y cada año esa familia le concede una visita a la zona de origen, un regreso impiadoso que revive en la mujer el desgarro y en la hija el desconcierto y el misterio. Los niños del polo es un libro sobre la misteriosa subjetividad de una púber en relación con los mundos tan diversos de sus padres. Un libro que se sumerge en un asunto infrecuente y a la vez tan contemporáneo como es mudarse lejos de casa. Una escritura llena de sugerencias, un extrañamiento constitutivo de esas vidas de las que poco sabemos y a la vez mucho intuimos, porque no es la anécdota lo que más importa aquí, sino el lenguaje lleno de poeticidad en un conjunto que me trajo ecos de las películas de Martel y de algunos queridos poetas patagónicos.
Emilia Casiva
Ilustrado por Julieta Cuervo
Los Ríos Editorial
2018 | 20 x 14 cm | 52 págs.
ISBN 978-987-45023-8-4