En Octubre, la propuesta de nuestro Club de Lectura se desarrolló alrededor de dos tipos de textos: la carta y el cuento.
Leímos (y charlamos sobre) cartas que se enviaron durante mucho tiempo Virginia Woolf con Victoria Ocampo; Sigmund Freud con Stefan Sweig; Julio Cortázar con Alejandra Pizarnik.
Además, el libro de cuentos seleccionado para este mes fue "Flaperas y filósofos" del escritor norteamericano Francis Scott Fitzgerald, perteneciente a la llamada "generación perdida" de los años ´20 en EE. UU; libro que empezamos a leer junt@s en el club, al son de un Jazz de fondo, acorde al contexto a donde nos llevaban las tramas de las historias.
Durante el segundo encuentro del Club nos dedicamos a escribir cartas, un género tan enigmático como emocionante. Y lo hicimos jugando a un juego de la editorial Tinkuy, "Posdata", que propone consignas de escritura creativa para elaborar cartas.
Leonor Nardi, una de las clúberes, escribió la carta que a continuación compartimos. A ella le tocó la consigna de escribirle a la "Yo del futuro", con otros condimentos que mejor disfrutamos al leer. ¡Gracias querida Leonor!
CARTA A MI YO DEL FUTURO
Acá, octubre de 2022
María (o sea yo):
El problema al escribir una carta siempre es el encabezamiento. Como debería dirigirme a mí mismac Querida, no sé si aprendí a quererme. Estimada, no dice nada. Benemérita, ni ahí. Distinguida, es clasista. De mi consideración, es para carta comercial.
En fin, como sea, te escribo para solicitarte algunas cosas que creo me pueden ayudar a llegar hasta vos, porque como dijo Kafka “como es natural, las cosas no pueden encajar unas con otras en la realidad”. La vida no es un rompecabezas, o si?
El primer pedido es que aflojes un poco con las estructuras, no puedes tener control sobre las cosas ni las personas. Deja fluir la vida, que el camino recorrido es largo y el que resta corto. A propósito, me pregunto si la llegada será fin o principio. A vos te toca develar el misterio ( eso espero).
Eso sí, sigue sin creer en las soluciones mágicas y en los libros de autoayuda. Continúa cargando la mochila del dolor con dignidad, trata que acompañe tu camino y ya no pese.
Sigue aprendiendo cada día como hasta ahora. No te preocupes demasiado y ocúpate de lo que te hace feliz.
Al final estoy pareciendo un libro de autoayuda que detesto. Hace lo que te de la real gana, es tu derecho después de todo lo vivido…
Atentamente, yo
PD: Acaba de pasar delante de mí un tren cargado de fantasmas. Si los ves saludalos de mi parte, somos amigos
¡Te esperamos en el Club del próximo mes!